Moon es una lámpara colgante que convierte la luz en presencia serena. Su volumen continuo, de textura blanca y tacto mate, cae como una luna cercana que suaviza el ambiente y dibuja sombras amables. Sobre mesa de comedor, isla o un rincón de salón, aporta un foco claro sin estridencias; organiza la escena, equilibra el conjunto y deja que la vida suceda con naturalidad.
La lectura es táctil y silenciosa: la superficie capta la luz sin brillos duros, valorando vetas de madera, microcementos y tejidos neutros. La emisión es envolvente y cálida, perfecta para sobremesas largas o zonas de conversación donde el plano horizontal pide claridad sin deslumbrar. En proyectos contract funciona como punto de anclaje visual, con un lenguaje minimal y mediterráneo que no pasa de moda.
Disponible en dos tamaños para resolver distintas escalas, Moon mantiene proporciones equilibradas y un perfil fácil de integrar. En su formato mayor, el cuerpo describe aproximadamente 89 × 74 × 57 cm, una presencia escultórica que no satura y que permite usarla sola o en composición. Su casquillo E27, con instalación para interior (IP20) y 220–240 V, admite bombilla opal LED cálida (2700–3000 K) para una luz homogénea y confortable; la pieza no es regulable de origen. Estas especificaciones aseguran compatibilidad y sencillez de instalación en vivienda y en espacios de uso intensivo. Unika Living+1
Más allá de iluminar, Moon estructura el proyecto: centra la mirada, ordena los planos y aporta ritmo cuando se instala en serie. Es un objeto amable que invita a bajar la velocidad; un gesto de calma que acompaña la arquitectura sin imponerse. Su acabado blanco texturizado dialoga con paletas claras, grises minerales o maderas cálidas, creando ese equilibrio de frescor y acogida que buscamos en el día a día.