Petra convierte la luz en relieve. Su volumen lineal, de lectura pétrea y presencia sutil, actúa como una barra de luz serena que ordena el plano de la mesa y acompasa el ambiente sin estridencias. Es una luminaria que baja el ruido visual, centra la mirada y deja respirar la arquitectura: perfecta para comedor, isla o un rincón de trabajo que pide claridad amable.
La textura recuerda a la roca suavizada por el tiempo; ese acabado mate capta la luz y la devuelve sin brillos duros, realzando vetas de madera, travertinos y microcementos con naturalidad. Su perfil delgado favorece interiores minimal y japandi, donde el detalle manda y la materia habla en voz baja. En proyectos contract funciona como línea focal que aporta ritmo y continuidad, sola o en repetición.
Su escala resuelve con precisión zonas de encuentro alargadas: el cuerpo describe 150 × 9 × 7,5 cm, proporción contenida que ilumina de forma homogénea sin invadir el campo visual. Fabricada en resina, ofrece una lectura táctil y contemporánea, resistente al uso cotidiano en interior. Al no especificarse casquillo, se recomienda una bombilla LED E27 de luz cálida (2700–3000 K) opal si se busca una emisión aún más uniforme para potenciar esa atmósfera íntima y confortable que distingue a Petra.
Más allá de iluminar, Petra estructura el proyecto: marca el centro, suaviza sombras, teje continuidad entre planos y crea ese clima de calma que invita a quedarse. Una pieza honesta, con alma mediterránea, que permanece al margen de modas y dialoga con paletas neutras o bicolores con una facilidad sorprendente.