Palermo es un sofá de 4 plazas pensado para disfrutar del tiempo sin prisa. Su presencia es amplia y amable: cojinería generosa, brazos mullidos y un gesto envolvente que te recibe al llegar a casa. La lectura es contemporánea y muy serena, con un acabado textil que suaviza las líneas y aporta esa sensación de cobijo que transforma el salón en refugio.
Diseñado para vivirlo, Palermo propone un asiento profundo que abraza la postura y acompaña sobremesas largas, lecturas pausadas o conversaciones que se alargan. El respaldo, mullido y acogedor, sostiene la espalda con naturalidad, mientras que la silueta baja despeja la vista y mantiene la estancia ordenada. Es un sofá que equilibra volumen y ligereza visual: protagonista sí, pero sin estridencias.
Su lenguaje mediterráneo encaja en paletas de crudos, tierras y grises suaves; dialoga con maderas claras, piedra o microcemento, y se completa con alfombras de lana o micro poliéster para reforzar la sensación de abrigo. Colócalo centrado frente a la mesa de centro para anclar el conjunto, o acompáñalo de una butaca y una lámpara de pie para construir un rincón de lectura. En plantas abiertas, ayuda a delimitar la zona de estar y ordenar el flujo del espacio.
La experiencia es táctil y honesta. El tapizado —a elegir del muestrario— permite ajustar textura y tono al proyecto: desde tejidos con más relieve que aportan profundidad, hasta superficies visualmente lisas que subrayan la calma del ambiente. En todos los casos, Palermo mantiene una lectura atemporal y amable, pensada para convivir con el día a día.
En conjunto, es un sofá que no compite; acompaña y eleva. Un lugar donde compartir, descansar y, sobre todo, quedarse un poco más.